Diariamente haces uso de diversos dispositivos tecnológicos, desde el teléfono móvil hasta el ordenador, sacándoles el máximo partido para llevar a cabo infinidad de tareas y acciones en general. Pero, ¿te has planteado qué usos podrías darles si los mismos no estuvieran conectados a la red? En la actualidad para aprovechar los aparatos de electrónica que prácticamente todo consumidor tiene a su disposición es esencial conectarlos previamente para tener acceso a todo un mundo de posibilidades, requiriendo para ello los productos de redes informaticas que se hallan en esta categoría.
Antaño Internet era prácticamente un lujo, y aquellas familias que disponían de él se veían obligadas a respetar unos horarios de tarifa plana que no siempre eran los más deseables. Por otra parte, la velocidad dejaba mucho que desear, tardando las páginas web un considerable tiempo en ser cargadas al completo especialmente si las mismas presentaban algún tipo de contenido multimedia como imágenes estáticas y/o animaciones.
La mayoría de routers que están disponibles en el mercado son capaces de albergar multitud de conexiones simultáneamente sin que la calidad de las mismas se resienta, aunque ello también depende directamente de la velocidad de conexión contratada. Por otra parte, el modelo necesario para tu hogar puede variar en función de la tecnología empleada por el cableado a tratar.
Por ejemplo, un router destinado exclusivamente a ser utilizado con una conexión ADSL no sería compatible con fibra óptica. Así pues, al adquirir un modelo conviene que te cerciores de que podrás asociarlo al servicio de Internet que optes por contratar en tu domicilio.
Para que quedes satisfecho con los resultados proporcionados por el enrutador también tienes que asegurarte antes de comprarlo de que la calidad de su antena es verdaderamente buena, haciendo gala de capacidades tecnológicas como beamforming que den pie a que la señal sea recibida perfectamente.
Adicionalmente debe dársele a la interfaz visual del router la importancia que merece. Y es que si la misma peca de ser demasiado compleja podrías tener dificultades a la hora de configurar ajustes tan importantes como la contraseña necesaria para acceder a la conexión de Internet y el control parental que evitará que los más pequeños de la casa utilicen la red inadecuadamente.